Etapas de la dominación musulmana
1) El emirato (provincia del imperio árabe) dependiente de Damasco (711-756).
Al-Ándalus era una provincia gobernada por emires que dependían de la autoridad del califa de Damasco.
Al-Ándalus era una provincia gobernada por emires que dependían de la autoridad del califa de Damasco.
2) El emirato independiente (756-929).
La grave situación por la que atravesaba la España musulmana fue salvada por Abd al-Rahmàn I (Abderramán), último omeya de Damasco superviviente de la persecución a la que fue sometida su familia. Abd al-Rahmàn creó un emirato políticamente independiente en Córdoba, aunque consideraba al califa de Bagdad como jefe religioso. Estableció una dinastía que gobernó Al-Ándalus hasta 1031.
Este período estuvo caracterizado por el intento de unificar y pacificar el territorio musulmán. Los emires tuvieron que enfrentarse con los descontentos interiores y al avance cristiano. Los sucesos más importantes fueron provocados por los muladíes (cristianos convertidos al Islam) y los mozárabes (cristianos en territorio musulmán) que, conscientes de su superioridad numérica y social, protestaban por el trato discriminatorio que recibían de otros sectores (en 851 los mozárabes se levantaron en Córdoba).
3) El califato de Córdoba (929-1035).
Abderramán III (889-961), fundó el califato independiente de Córdoba. Bajo su reinado, la capital de Al-Ándalus se convirtió en la mayor metrópoli de Occidente (500 000 habitantes) : letras, ciencias y artes llegaron a su apogeo.
A la muerte de Almanzor (1002), el primer ministro de Al-Hakam II, se derrumbó el califato a causa de un descontento general de las clases más oprimidas. Entonces se produjo una división del territorio musulmán en veintisiete reinos, regidos por árabes, bereberes y eslavos.
La grave situación por la que atravesaba la España musulmana fue salvada por Abd al-Rahmàn I (Abderramán), último omeya de Damasco superviviente de la persecución a la que fue sometida su familia. Abd al-Rahmàn creó un emirato políticamente independiente en Córdoba, aunque consideraba al califa de Bagdad como jefe religioso. Estableció una dinastía que gobernó Al-Ándalus hasta 1031.
Este período estuvo caracterizado por el intento de unificar y pacificar el territorio musulmán. Los emires tuvieron que enfrentarse con los descontentos interiores y al avance cristiano. Los sucesos más importantes fueron provocados por los muladíes (cristianos convertidos al Islam) y los mozárabes (cristianos en territorio musulmán) que, conscientes de su superioridad numérica y social, protestaban por el trato discriminatorio que recibían de otros sectores (en 851 los mozárabes se levantaron en Córdoba).
3) El califato de Córdoba (929-1035).
Abderramán III (889-961), fundó el califato independiente de Córdoba. Bajo su reinado, la capital de Al-Ándalus se convirtió en la mayor metrópoli de Occidente (500 000 habitantes) : letras, ciencias y artes llegaron a su apogeo.
A la muerte de Almanzor (1002), el primer ministro de Al-Hakam II, se derrumbó el califato a causa de un descontento general de las clases más oprimidas. Entonces se produjo una división del territorio musulmán en veintisiete reinos, regidos por árabes, bereberes y eslavos.
4) Los reinos de taifa.
1031 : Con la caída de la dinastía omeya, comenzaron a surgir reinos independientes de taifas en todo Al-Ándalus.
1031 : Con la caída de la dinastía omeya, comenzaron a surgir reinos independientes de taifas en todo Al-Ándalus.
La pérdida de Toledo (tomada por Alfonso VI de Castilla, en 1085), junto a su incapacidad militar para hacer frente a la reconquista cristiana, les hizo depender del apoyo de los imperios del norte de África. La llegada de los almorávides primero, y de los almohades después, frenó temporalmente el avance cristiano.
Almorávides:
Almorávides: